28 de julio de 2010

Lo táctil entra en el escritorio

Apple ha anunciado un nuevo invento: el Magic Trackpad. Me resulta personalmente muy gracioso, porque la semana pasada sin ir más lejos a un servidor le llegó a casa su nueva tableta Wacom Bamboo Touch & Pen: Una tableta gráfica con capacidades táctiles. Que venía a sustituir a mi antigua Bamboo no-táctil. Efectivamente, uso tabletas gráficas como reemplazo del ratón. Por eso me llama la atención este asunto.

El nombre del invento, "Trackpad", le hace honor, ya que está lejos de ser una tableta gráfica. Lo de Apple es, literalmente, un trackpad gigante, algo inútil para diseño gráfico, donde la sensibilidad a la presión de los lápices de las tabletas gráficas gana por goleada. Está pensado por tanto para ser utilizado como reemplazo del ratón, que irónicamente es para lo único que yo uso mi tableta. Para serles sincero, de haber sabido de la existencia de este aparato una semana antes, no me hubiera comprado mi tableta. Y no tanto porque esté diseñado explícitamente para lo que yo quiero usarlo sino sobretodo porque es 30 eurazos más barato (seguramente por prescindir de la sensibilidad del lápiz de una tableta gráfica). Aunque he de decir que las capacidades gráficas de un tableta son algo por lo que merece la pena pagar 30€ y más (aunque si soy totalmente sincero el entorno ideal que me gustaría probar a día de hoy sería un aparato con formato iPad conectado vía wireless a mi ordenador)

Pero lo que me sorprende de este aparato es la generalización de las interfaces táctiles. Hace dos días que los fabricantes de teléfonos móviles se volvieron locos por las pantallas táctiles, y ya tenemos cosas táctiles metiéndose en los escritorios. Que Apple se haya molestado en fabricar este aparato por ellos mismos deja claro que creen en lo táctil como elemento primario de interacción también para el escritorio, es decir, para todo tipo de dispositivos. Eso lo ha dejado bastante claro el iPad, que, entre otras cosas, se vende bien porque la gente normal prefiere mil veces una pantalla táctil al dispositivo infernal de los portátiles: si, también es un trackpad, pero su ridículo tamaño hace que se tengan que aplicar al puntero velocidades de aceleración enormemente diferentes (aceleración enorme en movimientos rápidos, cuando se quiere transportar el puntero a grandes distancias, aceleración casi nula en movimientos lentos, para fijar el puntero exactamente donde queremos ponerlo) y muy poco intuitivas (la degradación de aceleración rápida a lenta es brusca). Por eso el gadget más utilizado en los portátiles tras el cargador -que el iPad también evita prescindiendo de esos procesadores rapidísimos que tanta gente dice que Apple debería haber utilizado- es un miniratón.

Pero una vez aumentado el tamaño del trackpad esas divergencias de aceleración se aminoran y pasan a ser las del ratón de toda la vida (que también tiene aceleración cambiante) . Si creen que algo así es poco intuitivo, se equivocan. En realidad, no se trata de una eliminación del ratón, sino de su perfeccionamiento. Utilizamos el ratón para mover un puntero, y los botones para iniciar acciones, pero para ello dependemos de esos trozos de plástico que ponemos debajo de nuestros manos para que una luz intensa o bolita detecte el movimiento. Un trackpad o una tableta con capacidades táctiles no pretenden cambiar esto, sino prescindir del plástico y empujar el puntero de una manera diferente.

Y puedo asegurarles -lo he podido probar en mi Wacom- que acercar el puntero a un botón con la sensibilidad de las yemas de los dedos es más intuitivo que hacerlo empujando un trozo de plástico, y que hacer click dejando caer el dedo es más cómodo que accionando el mecanismo de un ratón (aunque al principio se cuesta acostumbrarse). Eso sin entrar en poder hacer scrolling en el navegador -donde seguramente pasen casi todo el tiempo- simplemente arrastrando dos dedos. Mención aparte es la capacidad de las tabletas gráficas, cuando se usa con lápiz, de poder configurarse en modo "absoluto", es decir, que cada punto de la tableta pasa a tener un equivalente en la pantalla, de modo que la esquina inferior izquierda lleva siempre a la esquina inferior izquierda de la pantalla, no hay "arrastre": A mi esta funcionalidad me encanta, pero en la funcionalidad táctil parece ser mejor la técnica de arrastre. Parece ser que todo es cuestión de gustos. Si quieren probar algo nuevo, les recomiendo comprarse una Wacom Bamboo Touch o el Magic Trackpad. Eso si, en Linux el soporte de Wacom está presente (ellos mismos pagan a un programador para que lo soporte) pero necesita mejoras en sus capacidades táctiles, y del Magic Trackpad de momento no esperen nada.

17 de julio de 2010

Caraterística segura del próximo modelo de iPhone

"La mejor calidad de recepción de todo el mercado".

En serio, conociendo la forma tradicional de actuar de Apple, y tras el duro golpe a su orgullo -por muchas explicaciones que den, tener que regalar un protector de goma es una humillación a su imagen- me parece inevitable.

13 de julio de 2010

OpenSolaris lanza un ultimatum a Oracle

Según nos hemos enterado por el blog de un tal Ben Rockwood, el OpenSolaris Governing Board (OGB), o sea, la máxima entidad administrativa de la comunidad OpenSolaris, ha lanzado un ultimatum a Oracle: O envían un representante de la compañía para tratar el futuro de la comunidad y del desarrollo de OpenSolaris antes del 16 de Agosto, o la OGB se autodisolverá y devolverá la gestión de la comunidad a Oracle, algo que vendría a ser equivalente a certificar su muerte.

Esta medida drástica sin duda ha sido provocada por la clamorosa ausencia de actualizaciones de OpenSolaris. Se suponía que su próxima versión debería haber visto la luz en Marzo (tras haber sido retrasada un mes). En Marzo no apareció nada, y se dijo a la comunidad que la nueva versión se retrasaría hasta Junio. Estamos a principios de Julio, y ni rastro de nuevas versiones. Si hay motivos razonables que justifiquen tal retraso, Oracle no se los ha comunicado a la comunidad, no ha dado ni una sola explicación.

En un post de hace dos días, relacionado con este asunto, un tal Giovanni Tirloni revela como el número de casos PSARC (un sistema burocrático para hacer propuestas de nuevas características de Solaris) que no son revelados a la comunidad ha aumentado drásticamente hasta un 30% del total. Dicho de otra manera, que Oracle está planeando las nuevas características de Solaris en secreto, al margen de la comunidad. Desde luego todas estas cosas no son señales esperanzadoras. Esta situación es la que empuja a la OGB a tomar la medida drástica del ultimatum, a forzar a Oracle a aclarar sus planes de software libre, o a sincerarse y acabar con la farsa.

¿Qué hará Oracle? Difícil adivinarlo. Por las declaraciones hechas hasta hoy, no parece que tengan intención alguna de hacer que Solaris vuelva a ser un SO completamente propietario. Lo revelado hasta hoy apunta más bien a que quieren hacer una mezcla de partes privativas y libres con mayor presencia -mayor de la que ya de por si hacía Sun- de partes privativas. De ir por ese camino, es dudoso que la comunidad acepte alegremente tales reglas, y aun aceptándolas OpenSolaris no dejaría de ser una farsa que jamás desarrollaría una verdadera comunidad. Algunos en la comunidad hablan ya de volver a Linux/FreeBSD.

De matar Oracle la utopía de un Solaris verdaderamente libre, la única esperanza estaría en algo como Nexenta, que es una compañía análoga a Red Hat, con su distro de OpenSolaris propia, con la que es capaz de sacar algún dinero con el que contratar a programadores propios e impulsar el desarrollo del SO libre ellos solos. Claro que también cabe la posibilidad de que Oracle espabile y arregle todo este absurdo meollo de OpenSolaris en el que ellos mismos han decidido introducirse. ¿Pero acaso no han tenido ya tiempo de sobra para arreglar las cosas y no lo han hecho?