26 de abril de 2007

Linux 2.6.21, Adobe, Mysql

Hay días en que pasan muchas cosas y otras en las que no pasa nada. Por ejemplo, ayer corrió por Argentina el falso rumor de que Maradona se había muerto. Un rumor que se difundió, vaya por Dios, el mismo día que un juez declaraba inconstitucionales los indultos condecidos a Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera por los delitos cometidos en beneficio de la dictadura Argentina. ¿Que casualidad, verdad, que un rumor como el de Maradona se extienda precisamente al mismo tiempo que esto?

En el caso del software sin embargo las buenas noticias no tapan nada. Hoy me he encontrado con tres grandes noticias. Primera, ha sido publicado Linux 2.6.21, con importantes novedades como dynticks (todo está en el enlace).

La segunda noticia es que Adobe abrirá el código de Flex. Flex es, por decirlo de algún modo (no estoy seguro), una especie de lenguaje y compilador que permiten crear aplicaciones que acabarán siendo flash en páginas web, o aplicaciones web que se ejecutan con Apollo en el escritorio. O algo así. Muy 2.0, eso si.

La tercera noticia es que Mysql consiguió 50 millones de dólares en el 2006 y se está planteando una IPO. Mientras muchos Microsoifties aun siguen preguntándose como puede sostenerse el modelo del software libre, Mysql siguen ganando, nadie se explica como, un montón de pasta: Ganaron 6.5$ millones en 2002, 34$ millones en 2005 y 50$ en 2006. Yo diría que es una buena racha.

Y estas tres noticias confirman más de lo mismo: que la economía de software libre existe y funciona (mysql), que muchas empresas están moviendose progresivamente hacia ese modelo (Adobe), y que este tipo de software evoluciona de forma satisfactoria (el modo Dynticks de Linux 2.6.21 no lo tiene ningún otro sistema operativo de propósito general)

3 comentarios:

  1. Anónimo9:13 p. m.

    Podrias explicar un poco todo el tema de dynticks, que es, como nos afecta...

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  2. Tambien te agradecería una ampliación en la explicación sobre dynticks.

    Saludos

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  3. PARAGUAY: VIDELA SÍ, CHÁVEZ NO
    (Publicado en Kaosenlared x Luis Agüero Wagner)
    Mientras en los países de la región los Derechos Humanos y la libertad de pensamiento van ganando terreno e incluso sirven de plataforma a los políticos para captar votos, los émulos del senador Mc Carthy en Paraguay, capitaneados por el propietario del diario ABC color Aldo Zucolillo, han retrocedido medio siglo en el tiempo que mide el contexto internacional, en un país en el que sólo basta alejarse unos 15 kilómetros de la capital para volver del mundo contemporáneo a la prehistoria, pasando por el modernismo, la edad media y el mundo antiguo. Es lo que se deduce del desmesurado espacio que vienen dedicando a satanizar a Hugo Chávez y a su política exterior, llegando al extremo de escrachar con fotos e infografías a supuestos simpatizantes paraguayos de la revolución bolivariana.
    Nada más natural en un medio donde los políticos que hablan de derechos humanos pierden intención de voto entre el electorado, y la popularidad sube cuando más mano dura prometan.
    Para honrar la memoria, debemos puntualizar que no siempre la prensa paraguaya se mostró tan susceptible a las amenazas a las libertades públicas de la región, sobre todo en tiempos en que los dictadores se asemejaban más al prototipo promovido desde el norte que a sus propios pueblos. Nadie se escandalizó en el periodismo libre cuando el General Alfredo Stroessner visitó Venezuela en junio de 1957 para estrechar vínculos con el dictador militar del país caribeño, General Marcos Pérez Jiménez, en tiempos en que ambos subproductos de la política exterior estadounidense concedían graciosamente tajadas del espectro radioeléctrico a sus adulones. Para que no queden dudas sobre el carácter marcial de su visita, Stroessner se alojó en el local del Círculo de las Fuerzas Armadas de Venezuela, en Caracas.
    Un par de décadas más tarde, un 20 de abril de 1977, era recibido por Stroessner con los honores correspondientes, el Teniente General Jorge Rafael Videla, quien llegaba al Paraguay acompañado de su esposa Alicia Raquel Hartidge. A la noche se llevó a cabo una recepción de gala en el Palacio de Gobierno de Asunción, donde no faltaron los pundonorosos y austeros luchadores por la libertad de expresión, que aún no habían sido seleccionados por la embajada norteamericana como propagandistas de la democracia tutelada. Es conocido que la National Endowment for Democracy , la USAID y la CIA se abocarían a fabricar entre ellos a bien remunerados disidentes y “luchadores por la democracia” en el crepúsculo del régimen militar paraguayo.
    Al conocerse a principios de marzo en Asunción la próxima visita de Videla, ABC color publicaba su recordado editorial donde criticaba al presidente Jimmy Carter por su énfasis en la promoción de los Derechos Humanos y defendía al proceso argentino sentenciando que al presidente norteamericano le era muy fácil pontificar lejos del problema. Por las mismas fechas eran apresados en Asunción Alejandro José Logoluso y Marta Landi, entregados a los sicarios de Videla por las fuerzas represivas paraguayas. Los grupos de tareas de Pastor Coronel tampoco se apiadarían de José Nell, paralítico desde que recibió una bala en los disturbios desatados en Ezeiza por el retorno de Perón.
    El 28 de enero de 1999 Hebe de Bonafini pidió a Baltasar Garzón que solicite la extradición del dictador Stroessner, presentando documentos tales como una ficha policial de la Dirección de Registro de Extranjeros paraguayos de la desaparecida argentina Dora Marta Landi Gil, que está fechada en Asunción en marzo de 1977; una tarjeta del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Marta Landi, que está registrada en Asunción el 10 de marzo de 1997; y un informe de la policía de Asunción, donde se notifica que Marta Landi (argentina), Alejandro José Logolusso (argentino), José Nell (argentino) y otros han sido expulsados del país. Este informe policial está fechado el 16 de mayo de 1977. Entre los documentos, también destacan un registro de vuelo en el que se acredita que, el 16 de mayo de 1977, el capitán de corbeta José Abdalá, (alias Turco) trasladó a Landi Gil y a su compañero, Alejandro José Logolusso, de Asunción a Buenos Aires.
    El destino de todas estas personas, embarcadas en el vuelo del que jamás regresarían, con seguridad poco importan a Zucolillo y otros paladines de la democracia sin chavismo, ayer tan ocupados en recibir las mieles de la proximidad al poder dictatorial, como hoy en sostener su autocomplaciente y fantasmática reputación democrática, aún al precio de buscar sombras en el cuarto oscuro de su conciencia. LUIS AGÜERO WAGNER.

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