Ya en su día me quejé de la pésima imitación que KDE 4 y en concreto Plasma hace de los iconos de los escritorios tradicionales. Pues ahora resulta que Aaron Seigo anuncia que KDE 4.1 ya no soportará iconos en el escritorio. La "imitación" que existía, en la que cada icono del escritorio es presentado al usuario en forma de Plasmoid, ha sido eliminada.
Eso no significa que los desarrolladores de Plasma odien a los usuarios de KDE y quieran forzarles a tener un escritorio en el que no se pueden poner iconos. Al contrario. Parece ser que esa implementación de icono-como-plasmoid era temporal. En KDE 4.1, lo que hay es un plasmoid (enlace a la captura de pantalla) que puede mostrar los iconos de una carpeta determinada. Es decir, si quieres tener un escritorio que, al modo tradicional, consista en iconos de ciertas aplicaciones y algunos archivos, puedes usar este plasmoid y poner ahí los iconos y archivos que se te antojen. Como se trata de un plasmoid, puedes redimensionar su tamaño a tu gusto. En el resto del espacio del escritorio puedes poner otros plasmoids. Simple y flexible. Me encanta.
Cambiando de tema, el nuevo gestor de memoria para tarjetas gráficas que iba a ser incluido en Linux 2.6.27, apodado TTM, tiene competencia: GEM, una alternativa supuestamente -y solo supuestamente, de momento- mejor, aunque todo sea dicho, el autor es entre otros Keith Packard.
En cierto modo se trata de una mala noticia: TTM tenía ya su tiempo, era relativamente estable e iba a ser introducido en la corriente mainstream en breve. La elección entre TTM y GEM podría retrasar la adopción en mainstream de una de estas alternativas que tanta falta le hacen al submundo gráfico de Linux. Peor aun: GEM es una cosa muy nueva que necesita aun ser desarrollada. De ser elegida por encima de TTM su desarrollo y estabilización retrasaría en muchos meses la necesitada actualización. Tanto, que un servidor duda que la gente esté dispuesta a esperar a GEM.
Ah, y X.org ya tiene soporte para dispositivos de entrada multitouch.