Y este es un punto en el que no estoy de acuerdo, porque supone olvidar cuál fue el rasgo identitario fundamental de Microsoft en los 90: Embrace, extend and extinguish. El Microsoft pre-Ballmer, además de ser una definición académica de monopolio, era una máquina de desplazar a competidores, cuando no de llevarlos a la bancarrota.
Ganó a Digital Research y DR-DOS, ganó a Apple e IBM(!) la carrera por convertirse en el principal sistema operativo gráfico, ganó la batalla a Novell por las redes, ganó a Borland/Delphi, Wordperfect, Lotus, Netscape; cada una de esas empresas ocupaban nichos que han generado montones de millones de dólares, cuando no plataformas sobre las que han creado industrias. Intentaron parar los pies a Java como lenguaje para aplicaciones de escritorio con extensiones propietarias y con ActiveX en la web. Su desviación de los estándares de internet hizo que, durante años, fuese imposible usar la web a diario sin encontrarse con páginas que sólo eran compatibles con Internet Explorer.
Eran los tiempos en que Bill Gates aun no gastaba sus rentas en ayudar a países pobres, por aquel entonces era profundamente odiado por representar la cara más salvaje y avasalladora del capitalismo. Y no sin razón: recuerden que la publicación de correos de la compañía en un caso anticompetencia revelaron textos suyos tan constructivos como este:
"One thing we have got to change in our strategy—allowing Office documents to be rendered very well by other peoples browsers is one of the most destructive things we could do to the company. We have to stop putting any effort into this and make sure that Office documents very well depends on PROPRIETARY IE capabilities. Anything else is suicide for our platform. This is a case where Office has to avoid doing something to destroy Windows"O este:
"One thing I find myself wondering about is whether we shouldn't try and make the "ACPI" extensions somehow Windows specific. If seems unfortunate if we do this work and get our partners to do the work and the result is that Linux works great without having to do the work. Maybe there is no way Io avoid this problem but it does bother me. Maybe we couid define the APIs so that they work well with NT and not the others even if they are open. Or maybe we could patent something relaled to this"Las empresas que fueron arrolladas por la apisonadora de Redmond fueron, por lo general, iniciativas de gente que tuvo una idea brillante e intentó comercializarla. Microsoft no se destacó por generar esa clase de ideas, sino por intuir la relevancia de las ideas de otros, copiarlas y ser mejores que el original, ser muy agresivo comercialmente, y vencer a su competidor. Una habilidad que, aunque no tenga tanto aura, tiene mucho mérito. En los cursos que Microsoft impartía a los nuevos trabajadores enseñaban que su táctica a la hora de afrontar a un nuevo competidor empezaba por simplemente anunciar que entraban a competir con ellos, el mero anuncio hacía que el competidor se pusiera nervioso y cometiera errores estratégicos, que Microsoft aprovechaba para entrar a rematar.
Volviendo a Ballmer, decía que no estaba de acuerdo con que se le recuerde por haberse perdido la revolución de los dispositivos portáctiles. Como acabo de recordar, Microsoft por regla bastante general llegó tarde a todo: llegó tarde a los sistemas operativos gráficos, a los procesadores de texto, a Internet, a los navegadores web. Que Microsoft perdiera el tren de los dispositivos portáctiles no es, por tanto, nada nuevo; lo relevante es que, esta vez, ha sido incapaz de identificar la tendencia, crear rápidamente un producto alternativo mejor, y competir agresivamente hasta batir a sus competidores.
También ha sido incapaz de competir -y sorprende que, entre tanta moda portáctil, casi se olvide- con Google. Casi se diría que no les interesa: recuerden que tuvieron, por ejemplo, una web de vídeos análoga a youtube y una red social. En ambos casos se dieron por vencidos y cerraron, una actitud aletargada inimaginable en la antigua Microsoft. Windows Phone surgió mal, tarde, y se desarrolla a velocidad glacial. Internet Explorer tiene un desarrollo lento y está siendo incapaz de frenar su caída. Messenger fue eliminado sin intentar hacer algo decente con él, prefiriendo pagar una millonada por Skype.
En suma, Microsoft se ha convertido en una multinacional aburguesada que es incapaz de seguir el hilo de sus competidores, que en muchos casos directamente desiste de hacerles frente, y si lo intenta es recurriendo a su multimillonaria, pero no infinita, billetera; una compañía que, según sus trabajadores, está plagada de la clase de reuniones inútiles y entorpecimientos burocráticos de los que se burlan las tiras cómicas de Dilbert. Una compañía que cada vez es más un fantasma lejano de la Microsoft agresiva que se comía el mundo. El responsable de ese cambio es Steve Ballmer, y por ello es por lo que debería ser recordado.