12 de noviembre de 2012

Windows 8

Hace tantos años que se viene deseando el fin del monopolio Windows, que parece mentira que haya llegado un punto que parezca que su caída esté, al menos, dentro de las posibilidades. Hasta el propio Steve Ballmer lo admite.

Como es bien sabido, los dispositivos portátiles y táctiles requieren un tipo de interfaces de usuario que difieren en muchos aspectos del conocido esquema WIMP. En el sistema operativo inaugurador del sector, iOS, la nueva interfaz fue introducida a través del "kit" de Cococa UIKit, mientras que el tradicional AppKit de OS X no está disponible en dispositivos portáctiles (portables+táctiles). Por su parte, Android no tenía pasado alguno, así que fue implementado exclusivamente para dispositivos portáctiles.

Windows 8 ha optado por una vía alternativa, consistente en permitir ambas interfaces, la tradicional de Windows y la nueva, para portáctiles, apodada Metro (nombre que Microsoft ha pedido que no se use, pero que usaré de todos modos porque hay que tener mala leche popularizar un término y luego tratar de eliminar su uso). Sin embargo, la capacidad de usar ambos tipos de interfaz se reduce a usarlas dentro del mismo sistema operativo, porque visualmente están prácticamente divorciadas: existen dos escritorios, el escritorio tradicional y el escritorio Metro, y cada tipo de aplicación se ejecuta en su escritorio, y se puede cambiar de un escritorio a otro.

Por esa razón, la sensación de cambiar de un escritorio a otro es parecida a la de cambiar entre diferences máquinas virtuales en un programa de virtualización. Y no es una sensación sólo visual. Cada aplicación Metro se ejecuta dentro de una "sandbox", y esa sandbox no es un entorno libre donde el programador puede hacer lo que quiera, como se hacía en los programas de toda la vida, sino WinRT, una especie de runtime/librería/API (el artículo enlazado es muy recomendable) formada con pedazos de varias tecnologías de Microsoft, que por el momento está orientada a dispositivos portáctiles y a propósitos muy específicos (se permite el uso de Direct3D para crear juegos, pero curiosamente no hay acceso completo a una API tan básica como la API de sockets Berkeley que utilizan todos los sistemas operativos para comunicarse en Internet).

Esta separación de ambos tipos de aplicaciones llega a extremos francamente ridículos. Por ejemplo, la tienda de aplicaciones sólo está permitida para aplicaciones que usen WinRT, con lo cual gran parte de las aplicaciones del escritorio tradicional de Windows están excluidas. ¿Por qué esa limitación, porque no extender la tienda de aplicaciones a todo tipo de aplicaciones? Las aplicaciones WinRT están tan aisladas que ni tan siquiera han facilitado la comunicación con las aplicaciones del escritorio tradicional: No sólo es que sea técnicamente se hayan prohibido deliberadamente ciertos mecanismos de IPC, es que las propias reglas de la tienda de aplicaciones lo prohiben expresamente.

Usar un sistema operativo que está divorciado de este modo consigo mismo es bastante fustrante. Por una parte, se mantiene la compatibilidad con el universo tradicional Windows, pero complican deliberada e innecesariamente su uso habitual a quienes no están interesados en Metro. El escritorio por defecto es siempre el escritorio Metro, hay varias acciones que sacan al usuario forzosamente del escritorio tradicional cuando se encuentra en él, y se elimina el botón "start" y su menú. Estas decisiones son completamente "políticas", no técnicas, y son el principal origen de quejas. La gente no entiende por qué no hay ninguna opción, o siquiera clave de registro, que permita establecer el escritorio tradicional como escritorio por defecto, y la recuperación del botón de inicio (hay que recurrir a aplicaciones de terceros). ¿Es que Windows ha sido invadido por desarrolladores como los de Gnome 3?

Tal vez en parte, pero existe una razón más importante, y es que es obvio que Windows 8 ha sido diseñado fundamentalmente para dispositivos portáctiles. Al fin y al cabo, es ese sector en el que Microsoft está necesitado de ganar cuota de mercado y relevancia. Seguramente preveen que la mayor parte de escritorios va a quedarse con Windows 7 y no les importa, lo que quieren es plantar cara a Apple y a Android.

¿Y qué tal es Windows 8 en ese campo, qué tal es el escritorio táctil Metro? No he tenido la oportunidad de probarlo en tableta, pero dado que el escritorio Metro está diseñado para poder ser usado con teclado y ratón, es fácil hacerse una idea. Y lo cierto es que en muchos aspectos es francamente bueno: los gráficos son muy fluidos, y el estilo de las aplicaciones Metro tiene su sitio. La pantalla inicial Metro, con sus "tiles" dinámicos, es en principio una buena idea, aunque han simplificado el concepto demasiado. En resumen, se puede decir que Microsoft ya no tiene carencias como plataforma portáctil. Pero eso no basta: se nota la falta de madurez y la desventaja de su tienda de aplicaciones frente a iOS y Android.

Esa desventaja parece insuperable a día de hoy, pero sólo el tiempo dirá lo que ocurre. Lo cierto es que aunque en el mundo de los smartphones está difícil, Windows 8 tiene algunas posibilidades en el mercado de las tabletas. Es sabido que Android no ha tenido en las tabletas el mismo éxito arrollador que tuvo en smartphones. Matthew Yglesias contó que esto se debía a razones puramente económicas: el negocio telefónico está dominado por empresas de telecomunicaciones que están incentivadas a ofrecer teléfonos con Android porque ganan más dinero con ello, pero a los centros comerciales y tiendas artículos electrónicos no les importa vender una tableta iPad o Android siempre y cuando vendan uno, por lo que la competencia está más igualada. Aunque Android está avanzando en este mercado rápidamente, que el aun líder del mercado haya lanzado el iPad mini demuestra que es un mercado menos establecido. Windows 8 puede encontrar ahí un hueco.

Por lo demás, Windows 8 es un sistema operativo rápido y ligero. Los tiempos de arranque son buenos (utilizan una técnica muy curiosa, consistente en hibernar una sesión del sistema justo hasta el punto en el que comienza la sesión del usuario, y resumir esa imagen en cada arranque), la interfaz -tanto la Metro como la tradicional- es rápida. De no ser por el asunto de Metro, sería un sustituto indiscutible de Windows 7, pero la marginación del escritorio tradicional y el forzado de una interfaz táctil lo convertirá en una oveja negra para mucha gente.

4 comentarios:

  1. Anónimo11:30 p. m.

    Vengo usando Windows 8 desde hace 6 meses y en todo este tiempo no he visto un segundo escritorio.

    ... ¡OH! ¡Te refieres al menú de aplicaciones? La Pantalla de Inicio no es otro escritorio, es solo un menú de pantalla completa que sustituyó al anterior. Windows 8 solo tiene un escritorio y estas a un botón de distancia para acceder a el.

    Y sí hay un motivo técnico para eliminar el botón Inicio: usabilidad. Si tienes una aplicación anclada en el lado izquierdo y el escritorio en el derecho, ¿Cómo entras a la Pantalla de Inicio usando el ratón?

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    1. Jairjy lo siento pero discrepo contigo y estoy con Diego. Son 2 escritorios diferentes y la usabilidad del boton inicio es taaaaan grande que no hace que sea logica tu respuesta sobre su eliminacion.

      Si que acepto que el escritorio metro es precioso. Todo tiene un tamaño, color, profundidad sumamente acertado pero para usuarios avanzados lo veo demasiado simple y con pocas herramientas realmente potentes. Se echa de menos la opcion de poder usar por defecto el escritorio clasico ya que para usar un entorno tablet uso... pues eso mi tablet.

      Además, se han leido castraciones quasi appelianas sobre los requisitos para la Store y muchos creadores de juegos estan desconcertados.

      Despues de probar en profundidad el win8 solo puedo resumirlo como que win8 es a win7 lo que fue el ME para el 98. Un lavado de cara intrascendente con decisiones de politica comercial a todas visas erroneas, o como minimo para el sector del PC desacertadas.

      Un saludo.

      PD: Espero lo tomes como una critica constructiva... no estoy aqui para trollear

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    2. "es solo un menú de pantalla completa que sustituyó al anterior"

      De hecho no lo ha sustituido, el anterior está presente y para acceder a él hay que cambiar de entorno. No sé quien puede afirmar que existe un único escritorio cuando existen dos shells de escritorio simultáneos, ambos completamente separados el uno del otro, integrados en prácticamente nada, y cada uno dedicado a dos clases de aplicaciones que no pueden tener relaciones entre ellas.

      Respecto a lo de que eliminar el botón de inicio de Windows es una mejora de usabilidad, me quedo con la opinión de un ex-trabajador de los laboratorios de Xerox, esos en los que se diseñaron la interfaces WIMP

      "The advantage of the overlaid menu is that it preserves context. Cognitively, there’s more of a burden when you have to switch context twice (desktop->start screen; start screen -> desktop). There are reasons to force users to switch contexts, especially in the tablet or phone environment, where screen real-estate is a lot more expensive and a menu is forced to use only part of the (already-small) screen. In that situation, a separate page makes better use of the small screen space. There are fewer reasons for a separate page on a desktop – the start menu is a cheaper interaction than the start page."

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  2. Creo que deberíamos tener en cuenta que Windows 8 es una apuesta clara por renovar el parque del hardware. Es decir, lo que microsoft pretende es que la gente renueve sus máquinas, sus PC y que no compren un tablet android mientras se quedan con su PC viejuno con Windows 7, sino que se pillen un híbrido que puedan usar tanto de escritorio como de sofá. Es una apuesta arriesgada y puede que incluso sin sentido, pero la gente está gastando cantidades ingentes de pasta en tablets y smartphones y aguanta su PC durante años y años o, si puede, simplemente lo abandona. Es a este sector a donde MS apunta, a la renovación del parque de hardware y si puede pillar cacho del pastel ya sea con sus propios dispositivos o con los de sus socios.

    A mi, personalmente, me parece absurdo tener en la mano un cacharro de más de 10 pulgadas (incluso este tamaño me parece excesivo) pero digamos que podríamos llegar a las 13 pulgadas con algo de manejabilidad. Portáctiles (como les llama Diego) es lo que esperan vender, y su sistema operativo. Creo que la idea es crear la necesidad de este mercado, que se comería al de los tablets actuales con IOS o Android y luego ya habilitarán la opción de acceder adecuadamente al escritorio clásico de Windows.

    Lo que resulta curioso es ver ordenadores con pantallas grandes corriendo aplicaciones sobre la interfaz metro. Letras enormes, espacios en blanco... ¿Para qué querría alguien una pantalla grande llena de espacios vacíos y letras enormes?

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