Aunque en este blog alguna vez se ha criticado a la FSF y a Stallman, en realidad mi opinión personal sobre el asunto está algo entre mezclada. Comparto sus objetivos de fomentar el software libre, valoro que Stallman dedique su vida a patear el mundo dando charlas, aplaudo el trabajo de asesoramiento legal, me arrodillo ante la lucha contra el incumplimiento de la GPL, y soy consciente de que su tendencia a pensar lo peor de las multinacionales acaba teniendo muchos aciertos (se empeñan en darle la razón). Pero por otra parte se trata de un tipo que mantiene opiniones extremas y a menudo toma decisiones que a mi me parecen francamente estúpidas y que muestran una relación con la realidad un tanto especial.
Esto viene a cuento porque el mantenedor de GNU sed ha renunciado a su puesto. En el anuncio de versión detalla sus razones. No se trata de una ruptura confrontada ni de odios personales, simplemente disconformidades con la forma de gestionar el proyecto GNU. Además, en el propio anuncio nos enteramos de que el mantenedor de GnuTLS está moviendo el proyecto fuera de GNU, por razones parecidas: creen en la causa del software libre, pero están de desacuerdo con la gestión y las decisiones que se toman.
A mi me parece que esto no hace más que confirmar y fomentar la deriva e irrelevancia de GNU tal y como se pretendía plantear originalmente, que era como un proyecto de sistema operativo, y no el repositorio de proyectos variados que es hoy. Por mucho que se empeñen en seguir fomentando el uso del palabro "GNU/Linux", como si las distribuciones Linux fuesen, en cuanto a proyectos, seguidoras en algo de GNU, lo cierto es que la porción de software GNU incluido en una distribución moderna es más bien pequeña.
Las noticias de conflictos entre la FSF y desarrolladores de proyectos
GNU no son nuevas, y sospecho
que no serán las últimas. En los conflictos de GNU suelen haber un patrón que se repite: los programadores y mantenedores que aportan la mayoría del código se encuentran un día con decisiones o prácticas con las que ellos no están del todo acuerdo. Solucionar esos problemas internos no parece imposible, claro. Pero no hay que esperar milagros, recordemos que el éxito de LLVM (que acaba de anunciar su versión 3.2) se debe en buena parte a la politización de las decisiones técnicas de GCC. GCC siempre fue la joya de la corona, pero ahora que la gente puede pasar olímpicamente de GCC (aunque la muerte de GCC está muy exagerada), su valor se reduce, y con él el de GNU como proyecto. Aunque el software libre sale ganando, claro.
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