Ya ha finalizado el plazo del crowdfunding de Ubuntu Edge , y el resultado, como ya sabemos todos, ha sido un fracaso, tan sólo se han recaudado 12 de los 32 millones que se fijaron como objetivo. Por mucho que Canonical intente relativizarlo con el record de recaudación, se trataba de reunir 32 millones o nada, y en nada se ha quedado.Y la verdad, no es de extrañar. Como ya ha contado mucha gente en otros sitios, esta colecta no ha estado terriblemente bien gestionada.
En los primeros días se evidenció que las opciones disponibles eran confusas y no dejaban claro de qué iba el proyecto. Se podían donar pequeñas cantidades (20$ y 50$) a cambio de regalos simbólicos como una camiseta y, al mismo tiempo, se podía pagar más de $600 por un teléfono. Pero la compra de un teléfono tampoco era exactamente una "compra", a medida que se vendían más teléfonos subía progresivamente el precio. El rango de extremos de precios iba desde los primeros 5.000 teléfonos a 600$, a los $830 que habría que pagar una vez se hubieran vendido 33.500 teléfonos. Una diferencia de nada menos que 230$ dólares.
Al poco tiempo se dieron cuenta de lo enormemente absurdo de este esquema de precios, y lo sustituyeron por un único precio de $695 sin límite, pero para entonces el desconcierto ya había calado. ¿De verdad esperaban que la gente donara 230$ dólares extra, en lugar de simplemente esperar a comprarlo más barato de segunda mano en Ebay? Y todo eso para un teléfono que estaba por construir y que, en todo caso, no se empezarían a enviar a los compradores hasta Mayo del 2014, suponiendo que se cumplan los plazos.
Otro problema fue el teléfono en si mismo. Con 128 GB de almacenamiento y 4GB de RAM, estaba claro que se apuntaba hacia un teléfono de altas prestaciones (en parte, se justificaba con que era necesario para poder ejecutar el Ubuntu desktop tradicional). Pero a medida que el mercado de smartphones de última generación se generaliza como nuevo normal, aumenta el interés por los teléfonos simplemente baratos, como bien está aprendiendo Apple. Para vender un teléfono de altas prestaciones por un precio elevado hace falta algo más que un toolkit gráfico e interfaz de usuario alternativas.
A Ubuntu Edge le faltaba un modelo opcional con peores prestaciones y mas barato. Preguntado por ello, Canonical respondió "we
firmly believe that to offer a fully converged experience you need
128GB. Cutting down the specs goes against the ethos of the campaign". El énfasis en "you need" es mío: En su actual fase adolescente de querer imitar a Steve Jobs (que esperamos pase pronto), Canonical pretende tener "visiones" de que la gente "necesita" 128 GB. Lo cual es una falacia, empezando porque aunque se justifiquen los 128 GB por el modo de Ubuntu Desktop (conectar al móvil un monitor, teclado y ratón y usarlo como PC con el Ubuntu de escritorio tradicional), hay mucha gente que no va a estar interesada.
Pero el punto más flojo de todo este invento es que Canonical pidiera 32$ millones a la gente y vendiera teléfonos en una página de colectas, en lugar de simplemente poner ellos los 32$ millones; o buscar inversores interesados y vender los teléfonos en una tienda online propia normalita, directamente. Como mucha gente señaló, resultaba algo insultante que una empresa privada como Canonical pidiera que el público financie con donaciones sus proyectos de I+D. Mark Shuttleworth tuvo en su día más de 500$ millones; se hace difícil de creer que se haya gastado todo, y si él mismo no está dispuesto a arriesgar en un proyecto que, de ser bueno, debería dar beneficios, ¿por qué debería hacerlo yo?
Al final, lo único positivo de todo esto es la publicidad conseguida. Y, de hecho, observando la reacción de Canonical (que da mucha importancia a la atención de la prensa en sus comunicados), es muy posible que todo este invento tuviese como único objetivo el generar atención mediática para que algún gran directivo de una empresa fabricante de teléfonos o de telecomunicaciones considere Ubuntu Mobile como opción. Desde ese punto de vista puede decirse que Ubuntu Edge ha sido un gran éxito, pero para lograrlo habrían necesitado mentir a la gente, ilusionarlos y hacerles considerar el disponer de una generosa parte de sus ingresos para un proyecto que era mentira desde un principio.
"...y si él mismo no está dispuesto a invertir en su proyecto, ¿por qué debería hacerlo yo?"
ResponderEliminarEso mismo pensé yo al enterarme (hace un mes) del proyecto.
Pero bueno. Una lástima.
No sé, a mi me parece evidente que esto era más una campaña de marketing para sondear el mercado que otra cosa. Poniendo un límite tan tremendamente alto, sólo estaban dispuestos a hacer el negocio ellos mismos si tenían suficientes beneficios, ahora lo que tienen es prueba en papel del interés que hay para usarlo como argumento para las operadoras y los verdaderos fabricantes
ResponderEliminarMark Shuttlework lleva dos años intentando conseguir un acuerdo con fabricantes de móviles, pateandose las ferias de telefonía de todo el mundo sin conseguir nada. Con esta campaña creo que al fin ha generado ruido suficiente para que lo consideren. Un mercado potencial de 12 millones de dólares por algo que no existe es como para tomarlo en serio. Así que al final existirá un móvil convergente con Ubuntu Touch, si no este, otro muy parecido.
ResponderEliminarSupongo que parte de los sondeo son para evitar un final parecido al de Openmoko.
ResponderEliminarUna duda que suelo tener con los proyectos de "crowd funding" es: cuando un proyecto no alcanza a recaudar el dinero pretendido, ¿quién se queda con lo que si se logró recaudar?. En el caso de Canonical, ¿quién se queda o qué se hace con los 12 millones?.
ResponderEliminarSaludos!.
Se devuelven a los que dieron la plata en primer lugar, o sea, nada pasó.
EliminarEsperemos que esto afecte más allá de Canonical en sí, y que las grandes compañías pongan el ojo (que seguro ya lo están haciendo), en la idea de un teléfono no restrictivo, actualizable y que cuente con posibilidades certeras de brindar una experiencia de usuario que aún hoy en día con tables y smartphones nos falta: Un móvil con la potencia y el software dedicado que no nos haga extrañar mucho a una computadora, sea de escritorio o laptop. Aunque la oportunidad de que todo eso ocurriese con software libre por el momento murió al morir esta campaña que muchos, con motivo, pensamos que estuvo predestinada al fracaso. Seamos realistas, cuando una empresa va a encarar un tema así, se comunica con otras empresas, no con el consumidor final. Muy lindo y romántico lo de Ubuntu Edge, pero sinceramente para eso tengo poetas, no empresas que testean nicho de mercado.
ResponderEliminarSaludos
@Byron yo tengo esperanzas en Jolla para que saque un móvil así, heredero del Nokia N900.
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